La parentela asiática

Parece que Seba, mi hermanito menor, viene de visita a Seattle. Por fin, después de todos estos años invitándolo e insistiendo, el pibe juntó algo de divisa con valor internacional y se decidió a pasar por estas latitudes tan norteñas como pacíficas.

El asunto de la visa es una historia aparte. Ni bien supe que mi hermanito menor tenía turno pactado para la entrevista en el consulado, me avoqué a ver qué podía yo hacer desde acá.
Averigüé con detalle en sitios de Internet sobre la manera en que un ciudadano puede promover la visita de un pariente y conseguí gran parte del papeleo que tenía que llegarle antes de la entrevista en el consulado en Bangkok. Yo lo esponsoreaba para que venga de visita y me comprometía a cubrir los gastos de salud que pudieran aparecer. Pero las vicisitudes de la vida me mantuvieron un poco ocupado en estos últimos tiempos y me atrasé. La cuestión me tenía a mal traer, casi todos los días me decía que tenía que conseguirá tal o cual papel hasta que finalmente fui al correo y mandé lo que tenía. Le llegó a tiempo y parece que fue suficiente.


El plan parece que es de alguna manera ambicioso: el pibe se viene para Seattle y de acá se manda pa’l sur. Pasa algunos días en el invierno del sur de América, región Río de la Plata, y después se vuelve para acá, al verano. La idea que me había comentado cuando me anunció la idea del viaje, era distinta. Pensaba volar de Buenos Aires a Bangkok en una suerte de vuelta al mundo y no estoy hablando de parques de diversiones, éh. Pero, si saca pasaje de Bangkok a Seattle, va a tener ya la vuelta incluida. Lo mismo con el pasaje de Seattle a Buenos Aires.
La fecha del evento se ubica alrededor del verano tardío en estas latitudes y se apersonará por un tiempo aproximado de dos a tres semanas.

La circunstancia provoca todo tipo de sentimientos muy relacionados con la algarabía y una alegre festividad. Ya empecé a pensar en varios detalles y mi día a día se llena de interrogantes acerca de qué le gustaría hacer, a qué restoranes y bares le gustaría ir y algunos esbozos de planeamiento como caminatas por lugares dignos de recorrerse o la posibilidad de conseguir alguna bicicleta prestada.

Para ese entonces, América estará recuperándose de su tratamiento quimioterápico, los días serán largos, todos estaremos felices de la vida y el calorcito del verano (que espero sea de tenor moderado) nos envolverá. Ya que estamos, cumplo en informar que, según mis cálculos, la última quimioterapia será el día 23 de junio. La recuperación llevará algún tiempo más, no sabemos exactamente cuánto. Algo me parece haber escuchado sobre una quimioterapia adicional las seis iniciales en calidad de "manutención", pero no estoy seguro.

Queda mucho trabajo por delante. Seguir campeando la tempestad junto a ella, conseguir pasajes aéreos de conveniencia horaria y económica, pedir días libres en el trabajo para agosto - septiembre… ¡UF!
Seba, te esperamos, 
พวกเราจะรอให้คุณ
La foto que Seba puso en Facebook con cara de feliz cumpleaños y  la visa en su pasaporte.

Acontecimientos

Nelson, bonaerense argento y biólogo renombrado próximo a obtener el Nobel de Medicina, se llegó hasta Redmond para ayudar en la casa. Las superficies brillan gracias a su fantástica contribución.
¡Gracias, Licenciado Di Paolo!



Denise, la más chiquita, salvaguarda el sueño de su mama acá.
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Domingo a la tarde en Huarachitos

Un CLIC en la foto para verla en tamaño grande Con la Bollita y peluca onda franchuta


Cortando la torta (pastel)



Con las amables y bellas organizadoras


Sonrisas doradas


Abrazados, mientras Jorge se aburre un poco
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Quimio número 2:


 las consecuencias tardías 
No sé si es muy temprano a la mañana o muy tarde de noche, pero la escucho que se levanta. Prende la luz y revuelve la “cajita de las medicinas”. Mis luces están muy apagadas cuando duermo, pero le pregunto, entre las tinieblas soporíferas del sueño, que cómo está. Ella sabe que no tiene caso que yo me levante y me dice “bien, pero voy a tomar algo para las náuseas” (para “el asco”, en mexicano). Cuando ya no queda nada para tomar y los malestares se declaran no-gratos, los echamos pero se van cuando se les canta. Corre el kife, yogur de coco suavizante de tripas, las frutas suaves y el yogurt lácteo con miel.

Uno se acostumbra y adapta. Se convierte en máster del manejo de drogas, tiempos y cronologías. Una droga a la mañana funciona distinto que antes de acostarse y la prometazine al acostarse ayuda pero da sueño, cuando la parotexina de noche jode a la mañana. Así estamos. Una mañana y una tarde de algarabía libre de molestias no garantiza una nochecita apacible ni un sueño reparador. Al menos no hasta altas horas.

Pa' rriba y pa' bajo
El fin de semana se cumplieron los 9 días de la segunda quimioterapia y se presentaron los mounstruos de las náuseas que vienen con desazón, angustias y tristeza. Las molestias le resultaron sospechosamente altas cuando el sábado a la mañana el dolor de estómago se le desplazó unos grados más al sur y América decidió visitar un hospital para que la vean en Emergencias. Resultó que no tenía nada fuera de lo normal, era todo efecto secundario de la quimio acompañado de un poco de deshidratación. 
Ya para el domingo a la mañana estuvo mucho mejor y pudimos llegarnos a Guarachitos Mexican Taquería donde las selectas hordas hispano-parlantes de la región le tenían preparada una sorpresa debido a que fue el día de su santo y aunque fue a la tarde, las mañanitas del Monarca David se la cantaron así. Hubo torta (pastel), pasta, mole y regalitos. También flores con tarjetas además de varios pañuelos y gorras muy coquetos. No faltaron los niños corriendo por acá y por allá y algún que otro tímido paso de baile que a América no le duró mucho debido a su debilidad.

Hoy es miércoles y a la mañana se volvieron a presentar los ladinos e indignos síntomas. Para terminar de completarla, los ojos mostraban molestias en lo que resultó ser un comienzo de conjuntivitis. Se agrega una pomadita en la caja de drogas legales que adorna la mesita de luz. Debido a estos contratiempos América no pudo ir a buscar a sus pequeñas, Daniela y Denise, a la escuela.
Pero sigue firme con sus terapias; fisioterapia, psicoterapia y psiquiatría. También tiene turno con los radiólogos que le van a infiltrar algún nervio sotreta que anda jodiendo en la zona del cuello. Este fue el tratamiento que recetó la kinesióloga.
Hoy miércoles, trabajando en pijama.
No cambien su canal, en breve llegará videíto de eventos.

Más mounstruos, demonios y rutas


Las amigas de América que viven en la zona y no quieren molestarla pero sí ayudarla; se han organizado para distintas tareas. Algunas, han tomado las riendas alimenticias y cocinan para nosotros. Hoy alguien dejó una conservadora de telgopor en la puerta del departamento y, como si fuéramos monjas de clausura, salí a recogerla y cerré la puerta. Al mejor estilo espía de la guerra fría, se acercan con su bolsita llena de tupper wares y dejan su encargo en la caja blanca.

América me explica: “no quieren molestar”.

Una nueva y fresca camada de abominables mounstruos de la tristeza han atacado esta mañana y esta tarde. Esperan a que lleguen los demonios de las náuseas, los del dolor y las molestias, para apersonarse y coparnos. Traen acompañamiento de desesperación y angustia.

No puedo evitarlo: me acuerdo de esas noches frías en las rutas argentinas cuando adolescente, cansado y desesperanzado después de varias horas esperando con mi mochila azul, ya no soñaba con un cómodo Renault 12 sino que me conformaba con un camión, aunque sea viejo y lento, que me lleve y me alivie del cansancio, del tedio y del gélido aire de la madrugada en la Pampa Húmeda. Eran momentos difíciles porque yo sabía que el momento en que llegaría a mi destino en las rutas argentinas existía, pero había que esperar que llegue el auto que pare y que me lleve. Yo sabía que era fuerte y que podía hacerle frente a eso y mucho más, una noche fría parado en algún cruce mal iluminado no me iba a vencer. Hoy recuerdo esos viajes con escasísimos pesos en el bolsillo y sé que siempre hubo quien me llevara.

Como aquellas tantas veces que cansado, hacía dedo en las rutas de la adolescencia, hoy me encuentro en otro cruce mal iluminado y sé que no solamente lo puedo aguantar, también tengo la certeza de que tarde o temprano llegaremos a ese destino propuesto. En este caso, como aquella noche abajo de un puente en las afueras de San Nicolás, hay que tratar de encontrar la mejor manera de esperar que pase el vendaval. Porque tarde o temprano sale el sol y, eventualmente, alguien para.

Es domingo y América se ve atacada por esos mounstruos que la cansan muchísimo, le chupan la energía y, encima, no la dejan dormir pensando en sus nenas, en el dolor y preguntándose si alguna vez volverá a ser la misma. Yo le repito, que hay que esperar, que ya llegará y le cuento que me la puedo imaginar hablando, contando esta misma historia, de la que ella es la principal protagonista. Incansablemente, en cada happy hour y en cada fiesta sin que nadie se anime a decirle que ya se la escucharon varias veces.

Visitantes



El mapa muestra mi ubicación con un círculo alrededor y la ubicación de mis amables visitantes.


La magia de un simple clic sobre el mapa permite su visualización en tamaños de mayor envergadura.

MOUNSTRUOS abominables


Anoche empezó.

Ella dice que el efecto de la quimio le afecta el cerebro. Las náuseas desesperan, enojan, molestan y revuelven el estómago. No dejan dormir y eso, a su vez, aumenta el malestar por el cansancio durante el día. Las drogas no dan abasto y aunque tratan estos síntomas de a ratos, no sabemos si es el mismo monstruo que siempre vuelve o si después de que lo echan de la cancha aparece otro. Vienen acompañadas de cierto dolor que viene y va. Salimos a caminar, vemos una película y decimos “hay que pasarlo”. América recibe una fotito que le mandan junto a un mensajito saludatorio proveniente del celular de su nena mayor y se pone contenta.

La película que vimos es “Away From Her”, dirigida y escrita por Sarah Polley, la canadiense. En Argentina se llamó “Lejos de ella”.


Las quimios, según nos explicaron, tienen efectos secundarios acumulativos. Así que América tiene miedo que cada vez sea peor. De acuerdo a mis cálculos, la última será el día 23 de junio y quién sabe hasta cuándo se extenderá el efecto residual acumulado del vendaval.



Una macetita con delicadas flores que le trajeron de regalo.

Visitas y vituallas

Amigas, compañeros y compañeras de trabajo se turnan para hacerle compañía en su casa o durante la diabólica y al mismo tiempo salvadora, quimioterapia.
Organizadas por medio del conveniente sistema de correos electrónicos, algunas tienen dos horitas y otras todo el día o la tarde. Se movilizan para proveerle el transporte necesario para las numerosas terapias y, como si fuera poco, le cocinan deliciosas vituallas que presentan en impecables envases térmicos.
Ilustres visitantes de un viernes a la tarde.

  También, América recibe tarjetas y regalos que le mandan desde el hospital.



Video sobre la quimioterapia

Dos eventos

América se durmió una buena siesta a pesar del ruido atroz de la maquinita de resonancia magnética.
Fue por orden de la kinesióloga para ver qué nervio anda jodiendo en la zona del brazo y hombro izquierdos; le da hormigueo y se le duerme la yema de los dedos.


También me posó toda chocha y coquetísima con su nueva peluca luciendo aquella sonrisa que ya todos sabemos y por la que caemos día tras día como pobres niños embaucados por dulces.




Cachuza pero siempre atiborrada de encanto.


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Hoy, jueves siete de abril, América tuvo su segunda quimioterapia que duró menos que la primera. Está hinchadita y cansada. Recordemos que parte de la quimio es por vía peritoneal, es decir, le llenan el abdomen de drogas liquidas asesinas de células malignas y algo porfiadas. América manifiesta no se sentirse mal pero sí muy cansada.
Un grupo de amigas de titanio se turnan para acompañarla, atenderla y proveerle las correspondientes sopas curativas.


Noticias intitucionales

Novedosas novedades de las más nuevas y recientes

Mediante el sistema de licitación adjudicataria directa y arbitraria, se ha hecho entrega del manejo del Departamento de Ayudas Generales, Transportes y Sopas de Cebolla (www.Deptoayudatransporte&sopa.coma la Licenciada Rosi que por medio de amable y apabullante sonrisa ha tomado las riendas a través de golpe de estado afectivo. 
Favor de dirigirse a la antes mencionada para solicitar su inclusión en la lista de correo electrónico y/o un popular y solicitado puesto en la lista de tareas. (ver dirección de correo electrónico más abajo)


Centro de Coordinación de la Red 

¡Queremos tanto a América!: 


Respetuosamente, y sin más que agregar, salúdola, despídola y archívola con atenta y emocionada deferencia.



Le agradecemos a ROSI de manera escandalosa y con ademanes por demás exagerados.

Los dejo con algunas de las sonrisas más hipnotizantes de la región: 

Todo un trabajo


La vida se complicó un poco. Ando de acá para allá, trato de tener alguna ropa en lo de América y también algunas cosas esenciales en la camioneta. Sin embargo, siempre falta algo, me lo olvido o lo dejo en la camioneta cuando estamos usando el auto de América.
Después de cuatro o cinco días de tenerla abandonada vuelvo a mi casa, recojo el correo, riego las plantas, desordeno más de lo que ordeno y cargo en alguna bolsa suelta ese elemento que me estaba faltando para mi trabajo, para pagar una cuenta, para mandarle a mi hermano en Tailandia o algo así. Hay veces que me acuerdo que recogí algo en mi casa pero no me acuerdo exactamente si lo dejé en casa de América, si está en mi camioneta, en mi mochila o en el auto de ella.
También, hay que hacer trámites que retrasan otras actividades, la impresora de América estaba sin tinta y siempre estábamos contramano para ir a comprar el cartucho gigante que necesita. Al mismo tiempo, hay que ir a trabajar.

Hablando de trabajar, esto de la enfermedad es un trabajo en sí mismo; hay que ir a la terapia física, análisis, terapia psicológica, hacer alguna compra, pasar por la farmacia, parar a comer algo y cosas así. Uno piensa que son apenas dos horas de consultas y, al final, se te va todo el día. Esta descripción es solamente una parte de todo este proceso. Muchas veces yo podría salir a hacer estos trámites pero América no se quiere quedar sola, le ataca la tristeza y las náuseas, uno producto del otro, quien sabe cuál es el primero. Por último, está la cuestión de mantenerle el departamento ordenado y medianamente limpio porque yo sé que eso le preocupa.
Pareciera que el monstruo de las náuseas nunca se va, no hay con qué darle. Se ausenta por unas horas y tarde o temprano reaparece.

Folículos capilares

Finalmente, el pelo de América se empieza a caer. El proceso sigue porque el corte de pelo, que le dio un pequeño shock, ahora, visto a la distancia y comparado con este momento en que el pelo se cae solo, nadie lo corta, no fue tan traumático. Yo creo que el proceso sigue su curso. Lo mismo pasará en su momento con la quimioterapia (esta semana que empieza tiene la segunda) que, según explican los expertos, tiene efectos acumulativos. Especialmente la fatiga, que será mucho más intensa en los últimos tratamientos.


Con todas estas ocupaciones más alguna que otra actividad social y, sobretodo, el demandante tiempo con sus dos nenas (7 y 11, también conocidas como seven-eleven) que la semana no tuvieron escuela debido al sprínbreic (spring break, receso escolar de primavera) América no ha tenido tiempo suficiente para ocuparse de su nueva peluca de pelo natural. Usa gorros, más ahora que el pelo se empezó a caer y no tiene un aspecto demasiado socialmente aceptado. Pero le dan algún que otro dolor de cabeza, le irritan la piel y también algo de prurito (comezón).

Para que todos la vean y, sobretodo, para que puedan 
apreciar el estado de despeinamiento que sufre, 
en la residencia de América
un modelo se prestó a exhibir la pieza para todos ustedes.


BUENAS NUEVAS
Hay buenas noticias; América está más animada en general, tal es así que fuimos a una pequeña fiesta ayer, sábado a la tarde, y está haciendo más actividades con sus hijas también. 
Ya que estamos en tema, aprovecho para hacerles la advertencia solidaria sobre una película para niños. Se llama “Hop” y tiene a un conejo, una animación, como protagonista central. Si un hijo, sobrina o ahijado los arrastra hacia algún cine para ver esa obra cinematográfica, debo advertirles que no se puede decir que sea mala: ES PEOR.

La novedad médica del momento es que América agrega un nuevo especialista en la lista de profesionales que la asisten. Se trata de (creo yo) un kinesiólogo para la molestia que tiene en el hombro, brazo y mano izquierdos. Lo que pasa es que en inglés tiene otro nombre. Es un médico especialista en rehabilitación y terapia física. ¿Eso es un kinesiólogo, no?


Arriba apreciamos una de las pelucas que América compró por 
Internet pero que, cuando llegó por correo, se dio cuenta de que el color no le gustaba. 
Fíjense lo mal que queda.