Ya octubre, en el año tumultuoso

Las cosas van mejorando.

América retiene un poco, aunque cada vez menos, de esa fatiga que la viene acompañando. Los aspectos médicos están todos cubiertos y sin novedad. Pero está trabajando. No solamente como intérprete casi todo el tiempo libre que tiene, también hicimos juntos una traducción para la YMCA (Sociedad cristiana de jóvenes) y se dedica afanosamente a su puesto de madre de dos niñas en edades dispares (8 y 12) con todos los avatares que eso significa. Además, ha llegado el momento de vender la casa familiar y de empezar la vida en una nueva morada. América quiere usar la plata de su mitad de la casa para comprarse otra. Tiene una en vista y está lidiando con el papeleo del crédito hipotecario.

Yo, en dos días vuelo a Europa. Un vuelo directo a Ámsterdam que sale el jueves a las 5:40 hora local del Río de la Plata, cuando son las 10 de la noche en Inglaterra y las 13:40 en Seattle. De ahí, a Berlín donde me encuentro con Pablo, un biólogo necocheense que estudió en Bariloche.

Continuando con mi recorrido, el lunes 17 de octubre me embarco hacia Venecia. A partir de ese momento, espero que mi viaje por el continente viejo me lleve por lugares de nombres famosos tipo Florencia, Verona, Toscana, Umbría, Roma y Nápoles.

Ya para el día 8 de noviembre estaré de vuelta en mi cabañita de Seattle.

Estuve leyendo todo los libros que pude acerca de Italia, mirando videos y posteando interrogantes en sitios de viajeros.

En lo sucesivo tendré el agrado de compartir con Sus Mercedes las imágenes y algún que otro detalle de este viaje.

Arrivederci!